Las fotografías se captan en distintas condiciones de iluminación y con numerosas fuentes de luz diferentes. La temperatura de color de las fuentes de luz varía y a veces la cámara necesita su ayuda para interpretarla correctamente.
Cada fuente de luz tiene su propia temperatura de color, que se representa en la escala Kelvin. Las temperaturas más bajas tienen más naranja y las temperaturas más altas tienen más azul.
La luz solar en verano es blanca, con una temperatura de color de unos 5.500ºK.
Las sombras en un día soleado son azules unos 8.000 ºK.
La luz de las bombillas es amarilla con unos 2.400 ºK.
La luz del flash azulada tiene unos 6.000 ºK.
Yo he querido comprobar la reproducción del color con los distintos ajustes de Balance de Blanco de mi cámara. Las fotografías han sido tomadas en un interior y la fuente de luz que he utilizado es la luz natural del exterior que entraba por una ventana.
Como pude comprobar lo que más se parecía a la realidad fue el modo Automático o el Personalizado, para este tipo de fotografía con fuente de luz natural.
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